La casa de Asterión

martes, mayo 22, 2007

Como bola sin manija

Así me siento cuando no tengo un libro para leer. Todas las noches antes de acostarme, leo. cuando termino un libro y no tengo otro a la vista... estoy como bola sin manija. Casi con rima. Está bien, es verdad, libros no me faltan, pero quiero leer uno "nuevo". Releo algún libro que me ha gustado, pero sigo esperando el "nuevo". Necesito el "factor sorpresa". Si ya sé, cada libro admite múltiples lecturas, algunos necesitan una segunda lectura, bla, bla, bla. ¡Pero yo quiero uno nuevo! Tanto por leer y yo aquí con uno que ya leí. El colmo de los colmos (además del colmillo, cuac) es que tengo buena memoria así que me acuerdo de todo!. Por lo general, vuelvo a leer cuentos. Novelas, pocas veces. Ayer supliqué un libro, voy a ver que me prestan. Lo deje a gusto del consumidor. Que el otro elija. Sólo aclare que sea 100 por ciento ficción ya que es mi hora del trampolín. ¿Les conté que algunas noches salto en un trampolín?...

PD: Me trajeron "El arte de la guerra" y tres más de Sábato. Tengo para rato...

jueves, mayo 17, 2007

En la recepción

Esto era del 10/05/07 estaba en borrador así que lo publicó porque se me canta:

Cuando la recepcionista falta me mandan a mí a suplantarla, cosa que hace bastante a menudo, (pero esa es otra cuestión), son mis momentos de meditación. Mis sentimientos son encontrados, a veces no tengo ni ganas de ir y a veces no me molesta. Es mucho más tranquilo que "estar atrás" y por lo tanto a veces es aburrido... No te queda otra que la reflexión. No tenés opción más que pensar. ¿Y en qué pienso? En millones de cosas, bueno tal vez menos no quiero exagerar. Me divierto analizando la gente que va a la recepción. Gente que espera... Le dijeron que ya la iban a atender así que no tiene otra que esperar. Pero el tiempo pasa... se sienta y anota en su cuaderno, consulta el reloj. Ahora hojea un diario que hay en la mesa al lado del sillón. Nada interesante, lo deja. Sigue esperando. Me mira, me observa. Qué pensará. Qué será lo que viene a hablar. Qué hará después. No quiero conversar así que sigo leyendo, obvio que siempre estoy con un libro, sobre todo cuando llego a predecir que voy a tener que ir a la recepción.